3 “R” PARA LA NUEVA MOVILIDAD URBANA

La pandemia del COVID19, nos debe llevar a una reflexión de todos, políticos y ciudadanos, sobre las medidas que se deben tomar en las ciudades, para seguir teniendo ciudades mejores y más habitables. Como en un reciente informe, del mes de mayo, indica la International Transport Fórum, (www.itf.oecd.org ) los ayuntamientos deben REACCIONAR, REINICIAR Y REPLANTEARSE la movilidad en las ciudades.  Debemos partir del principio de que las calles no son inamovibles, aunque así lo parezca.

Es necesario que los responsables municipales realicen planteamientos de las calles de nuestras ciudades con criterios nuevos y adaptados a las consecuencias de la pandemia y sus efectos en los cambios de hábitos y comportamientos, así como la necesidad de tener otro concepto del espacio útil y de las distancias sociales entre personas.

Por lo tanto, la inactividad de los gestores municipales nos puede llevar a ciudades poco habitables, con alto grado de contaminación y ruido, en definitiva, podemos desandar los conseguido en los últimos años. Los objetivos de ciudades más habitables, de calidad y con menos de contaminación no son renunciables a pesar de la pandemia.

Los aspectos, que considero, se deben tener en cuenta son:

  • Redistribución del espacio público con urgencia y permitir más desplazamientos a pie y en bicicleta. Para conseguir este objetivo se debe vaciar las aceras y zonas peatonales de la circulación de bicicletas y VMP, dejando solo el espacio a los peatones y crear carriles en la calzada exclusivos para esta micro movilidad individual de bicis y patinetes eléctricos.
  • Refuerzo de las medidas para gestionar el exceso de tráfico y realizar controles de la velocidad. Según datos de la Dirección General de Tráfico (dgt.es) se ha detectado por medio de los controles de radar un incremento del 39% en los excesos de velocidad en las carreteras y también se detecta un incremento de la velocidad media al vaciarse las calles y excesos de velocidad en zona urbana.
  • Revisar las condiciones de seguridad de las infraestructuras. Y en general reorganizar y reforzar el transporte público y sobre todo fomentar la movilidad activa y sostenible, adoptando medidas que favorezcan el uso de la bicicleta y modos de movilidad con motor eléctrico o baja contaminación.

Ya tenemos ayuntamientos en España, demostrando una reacción rápida, están tomado medidas como:

  • Dar más espacio al peatón, por ejemplo, en plazas, calles sin circulación de vehículos a motor (solo residentes) y nuevos carriles ciclables, el carril bici en acera debe desaparecer por seguridad.
  • Control y reducción de las velocidades de circulación, sobre todo en las calles donde se instalen carriles bici, seguros y bien señalizados, y que convivan con el resto de medios de transporte.
  • Control del mantenimiento de la distancia de seguridad entre las personas y priorizar el reparto de espacio público a favor de los que caminan y de los que van en bicicleta.
  • Favorecer servicios públicos de uso más individual como los taxis.

Por último, y destacando algunos datos de un buen artículo de La Vanguardia[1], indicar que se debe incrementar la información para la población y sobre todo el sector de los conductores, además de recomendar la revisión de los automóviles que hayan estado parados, se debe solicitar incrementar el estado de alerta al volante al volver a la conducción en las nuevas fases de confinamiento ya que:

  • Las calles de nuestras ciudades y las vías públicas en general al estar más despejadas y con poco tráfico pueden generar una falsa sensación de seguridad
  • Circular por una vía sin tráfico anima a pisar el acelerador y la relajación favorece las distracciones que causan un 30% de los accidentes mortales en nuestro país.

También se debe incrementar la recomendación a los peatones que por la seguridad individual y colectiva, al caminar por las calles o sobre todo al realizar actividades deportivas, se circule por su derecha y así es más fácil dejar espacio a los demás y no caminar, correr o ir en bicicleta agrupados horizontalmente y que no dejan espacio al resto de usuarios para mantener las distancias de seguridad.

En definitiva, si los ayuntamientos, a pesar de sus diferentes características geográficas y de perfil de residentes, no realizan acciones claras de mejora del espacio, con control efectivo de las medidas y evaluar los resultados a corto plazo, podemos tener un problema de incremento de la pandemia. Y como decimos cuando hablamos de seguridad vial, estás medidas son también una responsabilidad compartida.

[1] https://www.lavanguardia.com/motor/actualidad/20200506/48848573272/consejos-conduccion-carretera-poco-trafico-desescalada-coronavirus.html